Hasta los más aventajados oradores tienen alguna anécdota que contar para responder a esta pregunta. Hacer una presentación ante un grupo de personas siempre produce algún tipo de ansiedad, pero ello no impide que sea una necesidad que como profesionales tendremos que realizar si queremos validar nuestra capacidad.
En las siguientes líneas incluimos una serie de consejos que pueden ayudarnos a resolver estas situaciones, no son una varita mágica pero sin duda inciden en algo importante: la preparación como base fundamental para minimizar una parte de la ansiedad asociada a esta situación. Al final el objetivo es que estos consejos te ayuden a no ser “un@ más” y ser recordado como un buen comunicador capaz de llegar a su público.
Puedes empezar contando una historia, una anécdota, utilizando alguna cita conocida o incluso imágenes, pero siempre en relación con el tema a tratar.
2. Cuida el diseño de la presentación que vas a utilizar. No dejes que un mal diseño acabe por destrozar tu presentación. Utiliza imágenes que ilustren lo que estás diciendo pero que no te roben el protagonismo, obteniendo más atención que tus propias palabras. El ponente es lo más importante, la presentación es un apoyo a tus palabras. Si incluyes mucho texto conseguirás que el público acabe leyendo y no prestando atención. Si lo das todo en la presentación, ¿qué valor aportan tus palabras?
Sobre este tema puedes consultar ideas interesantes en el libro Presentación Zen de Garr Reynolds.
Por ejemplo, puedes aportar ejemplos relacionados con aspectos del lugar o la población en la que vas a realizar la charla o, si el curso es de varios días, introducir conversaciones o datos obtenidos los días anteriores.
Es importante transmitir seguridad. Todos tenemos dudas y miedos en algún momento pero debemos evitar transmitirlos a la audiencia. Si no nos sentimos seguros se nota y se transmite. ¿Cómo ganar seguridad? A base de experiencia y, como veremos más adelante, con mucho ensayo.
Tus clientes más insatisfechos, son tu mejor fuente de aprendizaje.
Bill Gates
9. Ensaya, ensaya, ensaya. Como explican Laurent y Bang Rouhet:
para tener éxito al hablar en público no se puede dejar nada a la improvisación. Hay que ensayar mucho para ser natural y espontáneo.
10. Ajusta tu discurso al tiempo. Es importantísimo ajustarse al tiempo que tenemos disponible, no pecando por exceso ni por defecto. Podemos dejar un poco de tiempo para preguntas, pero siempre contemplado en nuestra planificación.
Una charla interesante puede acabar siendo valorada como negativa si se hace demasiado larga. Planifiquemos bien el tiempo, los descansos y las cuestiones que puedan surgir, es una muestra de respeto hacia el tiempo de nuestra audiencia y hacia el nuestro propio. Es cierto que determinadas personas pueden tener más facilidad que otras para expresarse, pero todo se mejora a través de la práctica, la experiencia y el ensayo. Si quieres alcanzar discursos realmente interesantes y de calidad, deberás ensayar cada ponencia, lo que además te servirá para determinar el tiempo que va a llevarte cada una de las partes a tratar y organizarla así de forma óptima.
Todos estos consejos van a ayudarnos a llevar a cabo intervenciones que realmente lleguen a la audiencia consiguiendo que nuestro público nos recuerde como buenos oradores.
Podemos ser malos ponentes, mediocres o buenos comunicadores.
¿Cuál es tu decisión?
Imágenes de Flikr, autor: Tomas Hawk /Russ Watkins, Creative Commons
[box]
Laura MateoCatalán, Community Manager de Campus y Empresa
[/box]
Todavía no hay ningun comentario. ¡Puedes ser el primero en dejarnos un comentario!