El objetivo principal de la estrategia de una empresa es la generación y captación de valor. Generación de valor para los clientes, para la empresa, para los proveedores y para el accionista.

Actualmente encontramos múltiples definiciones de estrategia, pero podemos definir la estrategia como un conjunto de elecciones interdependientes las cuales generan o esperan generar un resultado, una proposición de valor para el cliente, una fuente de ventaja competitiva, información sobre dónde competir, localización, un producto, nuevos clientes, etc.

¿Para qué necesitamos una estrategia?

En las organizaciones que tienen una estrategia definida se percibe un incremento del sentimiento de pertenencia a la organización, una elevación de los niveles de implicación y responsabilidad, y una mejora en la motivación de los equipos. Además se genera unos beneficios significativos para la empresa, ya que permite identificar cambios que se puedan esperar, se mejora la coordinación de actividades, mejora la comunicación, aumenta la preparación de la empresa para el cambio. También los recursos disponibles se pueden ajustar mejor a  las oportunidades, porque las empresas interactúan en un escenario cada vez más complejo, interconectado y más difícil de predecir.

Nos encontramos en escenarios de incertidumbre y la estrategia obliga a la dirección a reflexionar, diseñar y promover iniciativas, y convertir esas iniciativas en variables financieras y no financieras.

Actuar estratégicamente implica tomar decisiones con las que de forma automática renunciamos a otras opciones y posibilidades, ya que la estrategia consiste en la toma de decisiones, porque existen factores externos como la globalización, cambios de pautas del consumidor, cambios tecnológicos o regulaciones gubernamentales y factores internos como por ejemplo, la diversidad de unidades de negocio, que pueden incidir en la toma de decisiones.

Tener una buena estrategia nos va a permitir coordinar correctamente las acciones, políticas y recursos en un dirección, con un objetivo claro de cumplimiento.

¿Dónde interviene el Controller en el proceso de planificación estratégica?

El Controller es uno de los perfiles dentro de las empresas que tiene una visión global y un gran conocimiento del negocio y del sector, por esto, es un actor importante a la hora de tener una visión estratégica, de medio y largo plazo.

El objetivo fundamental de la planificación estratégica es el decidir el rumbo que debe seguir la organización, marcar las líneas de actuación y directrices que deben llevarse a cabo para luego definir el plan de desarrollo y el plan operativo.

El plan estratégico es una herramienta de gestión elaborada por la empresa y debe definir cuál es el momento presente que vive la empresa y cómo se ha llegado hasta ahí, y también cuál es el objetivo que como organización nos hemos marcado y a dónde queremos llegar.

Es fundamental saber dónde puede intervenir el Controller dentro de la planificación estratégica de la empresa, en qué puede ayudar, de que será responsable y dónde puede intervenir. Por ejemplo podría intervenir dentro de la misión de la empresa, dentro de los objetivos, en las estrategias que se proponen, y además en el seguimiento y control del plan estratégico.

El área de control de gestión suele tener una relación vertical y horizontal dentro de la empresa dependiendo del sector, volumen, perfil del equipo directivo, en función de la cultura de la empresa y tiene que adaptar el lenguaje y ser el transmisor de la estrategia entre los distintos niveles jerárquicos. Debe ayudar a la dirección en la toma de decisiones, aportando la información y las herramientas necesarias para una correcta decisión.

Las organizaciones se han visto obligadas a operar dentro de un ambiente en constante cambio y resulta fundamental saber cómo efectuar el cambio, de forma que se logren los objetivos a través de las estrategias trazadas. El control de gestión tiene la capacidad para ayudar a alcanzar los objetivos estratégicos de la empresa, a través de la organización de sistemas de control de las operaciones del día a día alineadas con los objetivos marcados por la dirección, asegurar que el día a día de la gestión en la empresa se adecua a lo planificado y coordinando las actividades de todos los equipos para conseguir los resultados. Igual de importante es tener una estrategia que saber a quien transmitirla, de qué forma y en qué momento es el más preciso para hacerlo.

Es importante saber hacia dónde nos dirigimos y cómo y cuándo lo haremos, por eso es clave que exista un plan estratégico, independientemente del sector y tamaño que tenga una organización. Actualmente, resulta fundamental orientar a los equipos directivos y operativos en la toma de decisiones en el día a día.

En el Programa Superior en Control de Gestión de la Fundación Empresa Universidad de Alicante analizamos con Jorge Fernández Vidal, Director de Transformación Comercial en ABANCA, el rol del controller en el proceso estratégico, las distintas estrategias y procesos estratégicos que han seguido importantes empresas reconocidas a nivel internacional y cómo a través de la planificación estratégica podemos generar valor en nuestra organización, destacando la importancia de saber elegir la estrategia más adecuada para garantizar el éxito de la organización.