Nos encontramos ante un panorama global excesivamente cambiante, en el que se hace necesario reinventar,
redefinir y responder a las nuevas realidades y necesidades que emergen. Observamos cómo éstos cambios se materializan en diferentes industrias, generando nuevos y diversos impactos.
Las crisis fomentan la reorganización y transformación en muchos ámbitos y,
nuestra resiliencia y competitividad radica, en muchas ocasiones, en interpretar adecuadamente las tendencias y primeras señales del cambio, anticipar escenarios futuros y readaptar nuestras estrategias a tiempo. Para ello, tenemos que abrir la mirada a espacios alternativos y diferentes, lugares que normalmente no se exploran, porque si aprendemos a
crear las interrelaciones adecuadas, seremos capaces de generar nuevas oportunidades de futuro. El diseño de futuros es una disciplina emergente que está ganando cada vez más relevancia entre empresas y profesionales, ya que
proporciona herramientas para entender, interpretar y gestionar la incertidumbre, ayuda a identificar las implicaciones de los cambios y permite trazar el
camino para llegar al futuro preferible.